Arturo Gómez Chávez, ingeniero -investigador en visión computacional de Jacobs University Bremen, señaló que la evolución de las aplicaciones robóticas para operar en lugares inhóspitos como son las profundidades oceánicas, no sólo permitirá avanzar en el desarrollo de proyectos ecológicos y arqueológicos, sino que abren grandes expectativas para la explotación de los grandes yacimientos petroleros en el Golfo de México con menor riesgo en retorno de inversión y seguridad.

Precisó que esos importantes avances serán presentados en el Symposium “Breaking the Surface” que se celebrará en octubre próximo en Biograd na Moru, Croacia, donde expertos en robótica, biología y arqueología marina, evaluarán los alcances innovadores de proyectos como DexROV.

El ingeniero mexicano invitó a sus compatriotas investigadores a participar en dicha convención para aportar sus conocimientos en el desarrollo y uso de estas tecnologías en el país.

Andreas Birk, líder del grupo de robótica de Jacobs University Bremen, asentó que una presencia remota en aguas ultraprofundas no sólo facilita la logística y reduce los costos asociados a la exploración y producción de gas y petróleo, sino eliminar los elevados riesgos en seguridad que las tripulaciones enfrentan en alta mar.

Mencionó que el hardware desarrollado tiene una potencia considerable de CPU para permitir el procesamiento directo de los datos enviados por el robot y convertir las imágenes 2D en mapas 3D que permitirán a los operadores vía satélite esquivar obstáculos y manipular objetos con alta precisión. Esto incluye girar válvulas en paneles submarinos que es una tarea que todavía se hace a través de teleoperación manual que implica graves riesgos y costos.

El coordinador del proyecto, dirigido por la empresa belga Space Applications Services, Jeremi Gancet, precisó que con la realidad virtual se incrementan las habilidades del robot que, además, puede ser operado desde un centro de control desde cualquier parte del mundo, lo que abre una nueva puerta en el avance de la tecnología para la exploración y explotación de los recursos petroleros bajo el lecho marino.

Hasta el momento, de acuerdo a información de Petróleos Mexicanos (Pemex), 48 empresas de 14 países, dentro del marco de la reforma energética, han comprometido inversiones por más de 70 mil millones de dólares para la exploración de yacimientos en aguas profundas de México donde los recursos prospectivos ascienden a 29,500 millones de barriles de petróleo crudo, lo que representa el 56 por ciento del total del recurso en el país y cuya explotación depende en gran medida de los avances tecnológicos para operar en profundidades superiores a los 3,000 metros.

Los equipos robóticos submarinos controlados vía satélite y operados con un sistema exoesquelético en realidad virtual son ya probados para ponerlos a disposición de las grandes compañías dedicadas a la exploración y explotación de los grandes yacimientos petrolíferos en aguas ultraprofundas donde no es posible la presencia humana.

El prototipo de Vehículo Remotamente Operado (ROV) es desarrollado por expertos en robótica de siete organizaciones en Europa, 3 instituciones de investigación y 4 empresas en cuyos trabajos participa Gómez Chávez.

Este ambicioso modelo exploratorio es financiado por la Unión Europea (UE) dentro del marco de la iniciativa “Bluegrowth”, que tiene como objetivo impulsar el desarrollo de la economía en el sector marítimo.

A diferencia de otros ROV, este equipo denominado DexROV (Dexterous ROV), además de soportar la inmensa presión del agua en profundidades mayores a los 3,000 metros, cuenta con una plataforma adherible o portable que incluye cámaras con visión estereoscópica y dos brazos de alta precisión.

La visión estereoscópica, similar a la de los ojos humanos, permite hacer modelos en 3D del terreno a grandes profundidades y reconstruirlo en un simulador de realidad virtual ubicado en tierra firme. Los brazos robóticos son controlados por el operador mediante un exoesqueleto que permite sentir el peso y la resistencia de los objetos manipulados, apuntó.

Los primeros ensayos marítimos con resultados sumamente exitosos, se llevaron a cabo el pasado 7 de julio en el Mar Mediterráneo a bordo de la embarcación Janus II de la empresa Comex (Compaigne Maritime D’Expertise).

Las pruebas incluyen el uso de un software inteligente para operarlo vía satélite desde un centro de control en tierra firme a fin de utilizar embarcaciones más pequeñas y con menos tripulación para el despliegue y recuperación del ROV, lo que significará operaciones más seguras y de menor inversión para las compañías petroleras.

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