Al parecer, la humanidad comenzó a cruzar la línea roja del calentamiento global, lo que convierte a la pasada reunión sobre el clima, celebrada en París, en obsoleta, a sólo tres cuatro meses de celebrada, según información del pasado 10 de este mes, de Smart Grid News, asociación ambientalista para Latinoamérica, radicada en Costa Rica.
De acuerdo a tal información, “los datos de febrero de temperaturas en el Hemisferio Norte sitúan la temperatura media global por encima de los 2 grados sobre la media, determinada como crítica para la supervivencia del planeta”.
Smart Grid Costa Rica es una plataforma privada de información, educación y noticias sobre redes inteligentes en el país y el mundo. Está reconocida por la Red Mundial Smart Grid Network, Inc, que, a la vez, son socios colaboradores y fundadores de esta plataforma.
La organización citada, que toma como fuente información del meteorólogo Eric HoltHaus, sostiene que a principios de diciembre 2015, la Cumbre de París acordaba como línea roja fundamental que había que conseguir que la Tierra no se calentara más de 2ºC sobre el nivel de referencia.
“Cuando estudiamos el aumento de temperaturas a nivel mundial, dice, se toma como ‘línea base’ la temperatura media entre los años 1850 y 1899. Aunque es convencional, nos permite controlar el calentamiento real y evaluar sus consecuencias. Esos 2ºC constituyen el punto en el que el cambio climático empieza a ser realmente peligroso”.
Indica que, al día de hoy, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático causa unas 150,000 muertes al año y se estima que esas cifras ascenderán a 400,000 entre 2030 y 2050, debido a que el aumento de la temperatura está detrás de la pérdida de cosechas con sus consecuentes hambrunas y permite proliferar epidemias como malaria, dengue o fiebre amarilla.
Tales mediciones, explica, “activan todas las alarmas: es muy posible que la Cumbre de París se vuelva obsoleta antes siquiera de entrar en funcionamiento. Empujado por el fenómeno de El Niño, el año 2016 puede ser catalogado desde ya como el ‘annus horribilis’ (año horrible) del cambio climático y si no nos lo tomamos en serio, las consecuencias no sólo serán sociales y medioambientales, sino también económicas de muy alto impacto”.
