Así narra una leyenda prehispánica el nacimiento del Lago de Cuitzeo:

Una hermosa joven princesa vivía sola y triste en un jardín de la Madre Naturaleza o Cuerauáperi. Así la llamaba la tribu. En ese lugar habían dos ríos cristalinos que la diosa creó para entretener a la doncella, pero nada parecía ponerla contenta. Su padre la obligó a quedarse aquí.

Siempre triste Hapunda se pasaba todo el día llorando. Sus lágrimas corrían a mezclarse con el agua de las fuentes. Arrancando llantos a las rocas, las lágrimas de Hapunda no llegaban al corazón de los dioses. Rogaba que regresara su amado guerrero que, bajo las órdenes de su padre el rey, había ido al campo de batalla a luchar por los suyos.

Una mañana que Huriata (el padre Sol) se veía majestuoso sobre las montañas, desfilaban por el prado Cuaracurio (donde está la ardilla), cientos de guerreros. El ruido de las cuiringuas y caracoles asustó a un tzintzuni (colibrí) que tomaba la miel que Hapunda le ofrecía.

La princesa se puso triste cuando el colibrí se fue. Recordó la partida de su amado que jamás lo volvería a ver.

Corrió entre la maleza para ver al ejército que regresaba y ver a su amado.
Preguntó por su amado a los guerreros quienes bajaban la cabeza y seguían caminando. Buscó a su padre y le dijo: «Padre mío devuélveme a mi amado que partió junto con tu ejército cumpliendo tus órdenes. Ya que te empeñaste en que debía regresar vencedor para hacerse merecedor de mi amor». Todos guardaron silencio. El rey alzó su lanza y se arrodillaron para escucharlo. Hija mía, Hapunda, tzitziqui (flor), la flecha de un chichimeca, de entre todos mis guerreros a él escogió.

Tata Huriata quería su sangre y a sus pies he depositado su corazón. Los ojos de la princesa se llenaron de lágrimas. Con los ojos extraviados buscó el dios Sol. Sabía que el corazón de su amado estaba ahí. Siguió el rumbo de la luz. Los sacerdotes no pudieron resistir el ímpetu de Hapunda de lo que quedaba de su hombre, corriendo bajó hasta el valle. Su mirada buscó dónde guardar el despojo sangrante. Se mostraba agresiva con quien intentara acercarse a ella o quitarle el órgano recuperado. No escuchaba la voz de su padre y de los guerreros que la llamaban.

Pronto cayó la noche. Hapunda inmóvil y en silencio abrazaba ese objeto sangrante. Lloraba y pronunciaba algo que nadie entendía. No dejaba de llorar y sus lágrimas inundaron todo el valle. La tribu fue a descansar. El rey ordenó dejar sola a su hija para que llorara su pena, él pensaba que con el tiempo se enamoraría de alguien que fuera de su misma estirpe. Al amanecer, el rey, sus guerreros y el pueblo quedaron sorprendidos al ver el valle desaparecido y, en su lugar, había «una gran laguna que abrazaba con sus aguas un corazón. Así se formó una laguna que fue llamada de Cuitzeo».

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Michoacán es un estado que se caracteriza por la abundancia de lagos dentro de su territorio. Cuenta con seis de estos tipos de cuerpos de agua. Son los Lagos de Páztcuaro, Zirahuén, Camécuaro, Los Azufres, Chapala y Cuitzeo. A excepción de este último, los restantes tienen características turísticas que han sido ampliamente aprovechadas en los últimos años.

En décadas recientes, Chapala tuvo un reverdecimiento al convertir varios de sus poblados ribereños en destino predilecto de miles de estadounidenses jubilados que encontraron en su clima el mejor remedio natural para atender su desvalido estado de salud. Su número de asentados en estos poblados ribereños supera los 50 mil, según datos oficiales.

No sucede lo mismo con la parte michoacana del lago, cuyos poblados son más bien agricultores y, parcialmente, ganadero de especies menores, al igual que lo son los habitantes de asentamientos humanos que rodean al lago de Cuitzeo.

Es importante observar que a lo largo de las décadas, los gobiernos federal y estatal mantuvieron en el olvido a esta región lacustre, como si supieran que su desarrollo dependería más bien de los ingresos que los migrantes de Estados Unidos enviaban a sus familiares para enfrentar los problemas locales, mientras que quienes se quedaban, en su mayoría, se ocupaban en labores agrícolas, pesca, ganadería menor, pesca y elaboración de enseres domésticos artesanales, en especial, petates y otros tejidos que usaban como materia prima los tules del lago.

Así se mantuvo este cuerpo de agua, vulgarmente, “de la mano de Dios”. Nadie se preocupó por su cuidado y protección.

Una historia que poco se ha contado
Una interesante investigación indica que la superficie total del lago promedia entre 300 a 400 kilómetros cuadrados, lo que lo convierten en el segundo más grande de México, sólo superado por el de Chapala; su profundidad media es de 27 metros y su altitud se ubica en 1,840 metros sobre el nivel del mar. Su ubicación geográfica es la parte nororiental del Estado de Michoacán, limítrofe con el de Guanajuato, a cuya entidad pertenece aproximadamente el 10 por ciento de la cuenca lacustre.

Según datos de la Wikidata, el lago de Cuitzeo es endorreico, localizado en un valle del Eje Neovolcánico de México. Toma su nombre de la localidad de Cuitzeo del Porvenir, Michoacán, que se encuentra a sus orillas. Su cuenca hidrológica cubre un área de 4026 km² y se alimenta principalmente del río Viejo (o Grande) de Morelia, que desemboca en el lago en un humedal cerca del poblado Felipe Carrillo Puerto, municipio de Álvaro Obregón, donde actualmente se encuentra el Aeropuerto Internacional de Morelia.

Una de las características que más admiran quienes lo visitan es el puente de varios kilómetros que separa sus agua, como parte de la carretera federal número 43, de categoría libre, que une a Morelia con el Bajío guanajuatense, a la que se han sumado últimamente, la carretera 43D, que corre paralela a su similar libre, y la carretera federal 15D, también de cuota que lo bordea por el lado sur y que une a la Ciudad de México con Guadalajara, Jalisco, la segunda ciudad más poblada de México.

Cuitzeo del Porvenir, de donde toma su nombre, tiene un origen purépecha y significa Lugar de Tinajas o Vasijas. Fue declarado Pueblo Mágico en 2006, por su arquitectura virreinal, historia, sitios arqueológicos y paisajes únicos. Es el punto medio geográfico entre la ciudad de Morelia, Michoacán, y las ciudades de Uriangato y Moroleón en Guanajuato. Al encontrarse a orillas del lago posee uno de los mejores climas del país. En la zona se preparan deliciosos pescados, charales y ancas de rana del lago, carnitas estilo Michoacán, birria de chivo, corundas y mole.

Debajo del suelo del Lago Cuitzeo fueron encontrados sedimentos y rocas exóticas que sustentan la teoría de un evento de impacto cósmico que ocurrió hace 12 mil 900 años, según un equipo internacional de investigación. Tal impacto pudo haber ocasionado cambios ambientales, además de haber contribuido a la extinción de muchos animales grandes.

Lo anterior lo podría corroborar el hallazgo en la década de los 80s del siglo pasado, los restos de un mamut en la región que une a los pablados de Santa Ana Maya con Huacao, ambos en las riberas del lago. Los resultados arriba mencionados de los investigadores fueron publicados en Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.

A principios de 2012, la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (Pnas) informó que un equipo de científicos en busca de registros paleoclimáticos identificaron ciertos materiales en un sedimento que sustentan la teoría de un impacto extraterrestre hace unos 12,900 años, en esta región lacustre.

El anciano viviente

El lago es un lugar tan anciano como su historia misma. Es parte de un sistema de lagos y está en proceso de desaparición. Sólo una vez se ha secado completamente y luego, de manera cíclica, lo ha hecho parcialmente cada diez años”.
Florentino Fuentes Barrera, viernes 14 de Noviembre de 2014.

El lago es una maravilla que la naturaleza ha puesto a servicio de los hombres. Es un anciano como su historia misma, que a estas alturas de su vida, como cualquier ser vivo, se encuentra en un proceso de envejecimiento. A través de los siglos ha sido un importante regulador del medio ambiente y un espacio propicio para la conservación y reproducción de diversas especies vegetales y animales acuáticas. Es un receptor de aves migratorias y lugar que nuestros ancestros consideraron ideal para la salud y la fertilidad. Su génesis se estima hace ocho millones de años por una falla de tipo Rift sobre una superficie de once mil kilómetros cuadrados. El Lago de Cuitzeo es parte de un sistema de lagos, actualmente en proceso de desaparición, se localiza al noreste del Estado de Michoacán y norponiente del Eje Neovolcánico que atraviesa el territorio nacional desde la costa del Pacífico, en una cadena de volcanes ubicada en el interior de la República Mexicana, extendida desde las islas Revillagigedo en el Océano Pacífico hasta el Golfo de México, pasando por los Estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Hidalgo, Distrito Federal (actual Ciudad de México), Morelos, Tlaxcala, Puebla y Veracruz, en la región de Los Tuxtla.

Sus aguas son dulces, pero el Lago de Cuitzeo, al estar diseminado en una cuenca cerrada, contiene diversas sales minerales. Desde épocas previas a la llegada de los conquistadores españoles, los antiguos pobladores de la ribera y los islotes se dedicaban a la explotación de la sal y el tequezquite, excelentes sazonadores y preservadores de los alimentos y las carnes, que aún se obtienen mediante la evaporación del agua. De cualquier modo, las aguas almacenadas del Lago de Cuitzeo no han sido provechosas para la vida humana porque ni son potables ni susceptibles de ser utilizadas en la agricultura por su alta salinidad, contenido de azufre y diversos metales pesados.

Es de origen tectónico y se formó a partir de una antigua falla llamada Rift, que fue la que ocasionó la apertura y formación del lago y ha ido evolucionando al paso del tiempo desde hace ocho millones de años hasta la actualidad. La falla que se ha registrado de manera continua en toda la cuenca ha causado el aporte de material terrígeno de menor y mayor tamaño en casi toda la superficie del lago en distintos periodos, y es por ello que en la actualidad no presenta aguas profundas; sin embargo, se sabe que el Lago de Cuitzeo sólo una vez se ha secado completamente y luego, de manera cíclica, se ha secado parcialmente cada diez años. Dentro del embalse quedaron varios montículos terrígenos o pequeñas islas que han recibido diversos nombres a través del paso de los años, tales como Uirapio o San Pedro, Las Palmas, Coenio, Las Burras, Chanacos, Tacumo, Cerro Grande, Las Cuatas, Sirio Grande y Sirio Chico, Las Rosas, Tembereche, Las Culebras y Los Alicantes, las que han sido habitadas y, en la actualidad, sólo en Chanacos, Sirio Grande y Las Rosas, espacios dentro del lago en que varias familias han establecido de manera permanente su residencia con las privaciones que el lugar les impone.

Las diatomeas o diminutas algas que se han podido localizar en las diferentes capas terrígenas del embalse indican la existencia de aguas muy profundas y son organismos fotosintetizadores que viven en agua dulce o marina, constituyendo una parte muy importante del fitoplancton, que se encuentra en la base de la cadena alimentaria de los ecosistemas acuáticos pues sirve de alimento a organismos mayores; es decir, realiza la parte principal de la producción de los ambientes acuáticos. Pero, además de eso, el fitoplancton es el responsable original de la presencia de oxígeno en la atmósfera. La fotosíntesis oxigénica apareció evolutivamente con las cianobacterias antepasadas, además de los plastos de las algas eucarióticas. Durante casi dos mil millones de años, en que la tierra fue una esfera de agua, y hasta que se formaron los Continentes y se desarrollaron las plantas terrestres, la fotosíntesis estuvo prácticamente restringida a los mares. Las evidencias fósiles localizadas por los investigadores de la Umsnh (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo) en el azolve profundo del Lago de Cuitzeo sugieren que se originaron durante o antes del periodo Jurásico temprano. Este lago ha sido desde siempre de gran importancia para la región y contribuye a regular el clima de la cuenca.

Este texto fue publicado en el sitio Cambio de Michoacán, en la dirección http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-239957

Su importancia para la vida y el clima regional
El lago es de gran importancia para la región, ya que contribuye a regular el clima de la cuenca; además, es sustento y hábitat de diversas especies acuáticas. Forma parte de la red hemisférica de reservas para aves playeras como sitio de categoría regional.

La economía local depende, en gran medida, de la pesca y agricultura. En el lago viven diversas especies vegetales y animales, como garzas, gaviotas, múltiples reptiles, abulón, sedismundo, camarón maruchero y pato canadiense. Los pescadores de la región extraen charales, mojarra, sardinas, rana, mosco y tule; los agricultores de las zonas cercanas aprovechan sus aguas para regar cultivos de maíz, sorgo, avena, trigo y hortalizas, principales fuentes de ingreso económico para la comunidad asentada alrededor de este lago.

El día que el destino lo alcanzó
Febrero es un mes que desde siempre ha causado desconcierto en su clima y en su meteorología para la población, desde tiempos ancestrales. Por eso, el dicho popular: “Febrero loco y marzo, otro poco”.

En días pasados cuando el lago presentó los clásicos índices de sequía, característicos de los meses previo al estiaje y durante este periodo, se presentaron diversas tolvaneras que inquietaron a los pobladores de sus riberas.

Reportes periodísticos hablan de esta situación que, a decir de los habitantes de mayor edad, no sería la primera vez que se produce, pero que ahora se presenta con mayor agresividad, lo que afecta la salud de la población y que ha obligado a que en algunos municipios los alcaldes repartan tapabocas para proteger la salud, sobre todo a niños y ancianos.

Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), la cuenca del lago se encuentra en una situación de extrema alteración con respecto a su dinámica funcional. Esto tiene que ver con diversos aspectos perturbadores, como la desmesura en la desviación y extracción de agua para fines agropecuarios y pecuarios, contaminación urbana y por medio de fertilizantes y tala ilegal. Además de problemas asociados al cambio climático. Esto ha reducido dramáticamente la extensión del lago, aumentado su salinidad y fomentado la proliferación de malezas acuáticas. La población local también se ha visto afectada por algunos de estos aspectos y ya resiente problemas económicos, climáticos y de salud.

En los dos últimos años el lago estuvo a punto de desaparecer a causa principalmente del azolve y la poca cantidad de agua que recibe de sus afluentes.
La recepción de aguas residuales no tratadas es otro de los factores que generan que el agua contenga radicales muy pesados, los cuales enferman e incluso provocan la muerte de la mayoría de las especies que habitan el lago.

El sobrepastoreo es otra más de las causas que ocasionan pérdida en la capacidad de infiltración e irrumpen en el ciclo natural del agua, y el peso del ganado generan que los sedimentos se levanten, lo que ha provocado la acumulación del azolve con una consecuente disminución de la capacidad de almacenamiento.

Las actividades agrícolas que se desarrollan en la región son fuente de contaminación, principalmente porque se vierten al lago importantes cantidades de sulfatos, nitratos y fosfatos derivados del uso tanto de agroquímicos como pesticidas y fertilizantes, los cuales modifican la calidad del agua y afectan la salud de los consumidores del hídrico.

La cuenca de Cuitzeo recibe alrededor de 450 millones de metros cúbicos de agua al año, esta cantidad de agua permite la subsistencia del depósito hídrico, los diversos impactos ecológicos que tiene el desarrollo carretero sobre la cuenca puede poner en riesgo el equilibrio sistémico de este espacio.

Existe también un conjunto de efectos colaterales que son resentidos, en especial, por la población, debido a que los obstáculos en la renovación de los recursos que dependen de la cuenca generan impactos sobre diversas actividades económicas, además de enfermedades derivadas de la contaminación.

Muchos pescadores fueron afectados por la pérdida del agua del lago al quedar tantas hectáreas descubiertas ante la sequía cuando el 80 por ciento de la población sobrevive de la pesca. Según investigadores de la Universidad Michoacana, está condenado a desaparecer pues cada vez llega menos agua de los escurrimientos de las partes altas de Morelia y de la zona montañosa de Zinapécuaro, que también ha sido víctima de la tala inmoderada.

El lago de Cuitzeo, que tiene un impacto directo en poco más de un millón 200 mil habitantes de más de ocho municipios, llegó a un nivel de 10 centímetros de espesor de febrero a mayo en el 2015, a lo largo de las 400 mil hectáreas de su cuenca.

No obstante, el grado de contaminación “es alarmante”, detalló el doctor en Ciencia Biológicas Alberto Gómez-Tagle, toda vez que proviene del terreno industrial, así como del área urbana de sedimentos y el ramo agropecuario, mientras que también recibe un impacto negativo por el acelerado cambio de usos de suelo.

Se han detectado altos niveles de aluminio, arsénico y fósforo en municipios que lo rodean como Cuitzeo, Charo, Chucándiro, Huandacareo, Villa Madero, Queréndaro y Santa Ana Maya, entre otros. Además, “el 100 por ciento de la población tiene parasitosis en niños de cero a seis años y en adultos de los 55 a los 70 años, parasitosis de Giardia Lamblia, un organismo unicelular que causa ulceraciones en el intestino y lombrices intestinales”.

Dijo que la gravedad del problema del agua que se deja de percibir por la pérdida de los bosques debido al cambio de uso de suelo de bosque a sitios de siembra de aguacate y durazno, causa un conflicto ambiental muy fuerte para la captación de agua.

El auxiliar del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cuitzeo, Marco Aurelio López Herrera, aseguró que a la fecha la sardina, especie endémica de la región, ha desaparecido. La situación se está replicando con el acocil.

“La pesca ya no es una actividad sustentable; hoy, prácticamente sólo en la zona de Mariano Escobedo todavía se saca pescado”. En temporada de seca, cuando más vacío se encuentra el cuerpo de agua, provoca tolvaneras y, con ello, trae severos daños en la salud de los pobladores aledaños.

La contaminación ha provocado que se presenten brotes o enfermedades gastrointestinales, dermatológicas, asma, conjuntivitis o inflamación en los ojos. En las mujeres embarazadas puede atravesar la placenta y dañar a los fetos, añadió.

Además de los químicos, el embalse es utilizado como basurero por algunos habitantes de la zona. Ratas, residuos fecales, llantas, colchones y todo tipo de productos se perciben en las orillas del embalse, que desprende un olor fétido.

El Lago de Cuitzeo fue durante décadas sustento de miles de personas, centro neurálgico de todos los pueblos de los alrededores y motivo de orgullo para los michoacanos. Hoy, está en la agonía.

El cuerpo de agua se encuentra casi irreversiblemente afectado por los grandes índices de contaminación. Es receptor de aguas residuales de 13 municipios y de agroquímicos y, además, sirve como basurero para los habitantes de la región.

También sufre el saqueo de los ejidatarios aledaños que utilizan el agua para sus parcelas y el ganado. El lago de Cuitzeo tiene una superficie de 400 kilómetros cuadrados. Sin embargo, diagnósticos de las autoridades ambientales en el estado aseguran que, al menos, se han secado 120 kilómetros.

Las autoridades locales le auguran una década de vida. La pesca, antaño una de las actividades económicas primarias en Cuitzeo, hoy casi desapareció. La contaminación y sequedad del lago ha provocado que muchos pescadores prefieran emigrar o buscar otras alternativas laborales en municipios aledaños.

A su rescate
En febrero de 2013 se presentó el Plan Anual del Consejo Consultivo de la Cuenca del Lago de Pátzcuaro (en el que también se incluyó el de Cuitzeo), se presentó un proyecto que reúne 8 de las 38 iniciativas que integran el Programa Piloto de la Agenda del Agua 20-30.

Mediante esos estudios se intenta salvar los lagos citados. Por lo que tiene que ver con el de Pátzcuaro, cuya extensión es de 96 mil hectáreas y un impacto directo en cerca de los 130 mil habitantes, las condiciones no son tan “alarmantes” como en el caso de Cuitzeo.

El plan de trabajo incluyó las iniciativas de saneamiento de agua residual, reforestación, medio ambiente y reintegración de la sociedad al Observatorio del Agua. La falta de recursos económicos es una de las principales limitantes para encarar los problemas y hacer sustentable la cuenca del lago de Cuitzeo, Pedro Aguilar Aguilar, director estatal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que se requieren alrededor de mil 800 millones de pesos para hacer sustentable esta cuenca y lograr que sus problemas se comiencen a revertir.

Tras la presentación del estudio Estrategias para el Uso Sostenible del Agua, efectuado en septiembre del 2012 por el Centro del Agua para América Latina y el Caribe, reconoció la necesidad de invertir en esta cuenca.

Según información del programa “Al Momento Noticias”, pese a las graves consecuencias climáticas, económicas y sociales que traería la devastación de lagos como los de Cuitzeo y Pátzcuaro, son aún “mínimos” los esfuerzos que se han hecho para detener su deterioro. En ambos casos, la contaminación es evidente y el impacto de la industrialización y el cambio climático ha causado serios estragos.

Aunque en los dos lagos (Pátzcuaro y Cuitzeo) existen componentes de deterioro, a decir de Gómez-Tagle Rojas, el de Cuitzeo es el caso más grave, ya que no sólo concentra cantidades más altas de contaminación, sino que, según sus estimaciones, de continuar como hasta ahora, podría desaparecer en los próximos 8 o 15 años.

En ambos casos, el impacto humano directo, es decir, el cambio de uso de suelo, la industrialización y la contaminación urbana, han tenido efecto en su deterioro. Sin embargo, los efectos del cambio climático como la elevación de las temperaturas agudizarán el problema.

“Según los estudios de cambio climático, [se estima] que tengamos una elevación de uno a 2.5 grados de temperatura en los próximos 20 años, lo que implica el secamiento de manantiales, ríos y ojos de agua”, advirtió.

Con este panorama, el profesor-Investigador de tiempo completo adscrito al Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena) de la Umsnh, calificó como deficientes las políticas públicas y programas impulsados para ambos lagos, “que han tenido muy poco efecto porque han decidido no atender las causas y más bien atienden los efectos”.

Los estudios del Inirena han alertado que de no aplicar un programa emergente, en un periodo no mayor a tres décadas no podrá haber vida en las márgenes de este embalse, por ser un foco de infección.

López Herrera aseguró que espera que los gobiernos estatal y federal apoyen al lago e instalen plantas tratadoras de aguas residuales para los municipios aledaños, con el fin de mitigar la grave contaminación ambiental.

“Necesitamos que haya programas y proyectos concretos para la conservación y cuidado de este cuerpo natural; faltan proyectos de tratamiento de aguas residuales, deforestación, aprovechamiento de biofertilizantes para la zona, compostas”.

Pese al grave daño que presenta, las autoridades locales muestran un total desconocimiento respecto a la problemática. En este momento no existen programas locales para su rehabilitación.

Según sus estimaciones, al Lago de Cuitzeo le queda de vida un aproximado de 10 años en caso de que continúe en las mismas condiciones. “Esto es muy grave, ya que por lo regular a las orillas del lago se están utilizando para muchos cambios de uso de suelo; se deforesta para hacer actividades agrícolas y se usan agroquímicos, lo que hace que la pérdida de uso de suelo vaya en aumento”, afirmó.

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1 COMENTARIO

  1. LA TRAGEDIA DE CUITZEO

    “Que sufre, de agua, . . . escaseo.”

    Descuido ha causado estrago,
    ha dañado a nuestro lago
    que, en enciclopedias, leo,
    fue inmenso, cual Mar Egeo.

    Residencia de los patos,
    alcatraces, siempre gratos,
    de las garzas, las gaviotas,
    de muchas aves devotas.

    Hábitat del charal, carpa,
    bagre, mojarra, tilapia,
    del sedismundo, abulón,
    maruchero camarón.

    De naturales manglares,
    de romeritos, tulares,
    de vegetación lacustre
    que daba, al lugar, su lustre.

    Recinto del tequesquite,
    sal mineral, que permite
    horizonte blanquecino,
    cloruro de sodio . . . sino.

    ¿Qué me pasa, qué no veo,
    la tragedia de Cuitzeo,
    de su lago, otrora hermoso,
    hoy, lodoso, terregoso?

    Por la parte de occidente,
    la desecación, se siente,
    panorámico desierto,
    muy estéril, es lo cierto.

    ¿Qué me pasa, qué estoy ciego?,
    ¿ésto es lo que, yo, deseo,
    la agonía de flora y fauna,
    que causa al planeta trauma?

    La extinción marca reveses
    de siete especies de peces,
    de la “lamprara”, la rana,
    ¿qué desgracia habrá mañana?

    ¿Qué me pasa?, ¿qué no hay miedo?,
    ¿por qué no muevo ni un dedo?,
    ¿me gusta el ambiente inerte,
    una ecología de muerte?

    Es terrible la sequía,
    la nube magra, es impía,
    la lluvia se muestra ausente,
    cuando, antes, era torrente.

    No se mira ni un oleaje
    sobre blancuzco paisaje,
    el salitre ha devastado
    líquido, cieno empolvado.

    Pescar se ha vuelto imposible,
    la red se torna inservible,
    lanchas “ancladas” al fango,
    pescador pierde su rango.

    Por estiaje bochornoso,
    en mi Cuitzeo, tan famoso,
    “lugar de tinajas de agua”,
    la catástrofe se fragua.

    Basurero, lo lamento,
    recipiente de excremento
    de humanos, fecales heces,
    bacterias, virus, en mieses.

    Remolinos, tolvaneras,
    enfermedades severas
    de gastro, garganta, vista,
    cutáneas, perdón, que insista.

    ¿Por qué tanta indiferencia?
    ¿prefiero la inexistencia
    del caudal, hogar de peces,
    de su flora?, ¡qué sandeces!

    La toxicidad, impera,
    población, ¿qué tanto espera?,
    la acción del gobierno es nula,
    contaminación perdura.

    ¿Qué me pasa, Dios del cielo,
    por qué no busco este anhelo?,
    salvar lago, asaz hermoso,
    milenario, bien glorioso.

    Espíritu de esperanza,
    Elpis que, con fe, se alcanza,
    yace en el lecho del lago
    que, de vida, fue empalago.

    Restituyamos el vaso,
    démosle fraterno abrazo,
    al poniente, la Laguna,
    no refleja sol, . . . ni luna.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Municipio de Huandacareo, Michoacá de Ocampo, México, a 25 de junio del 2018
    Dedicado al Profesor, Jaime Alvarez Díaz
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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