Tras la denuncia pública realizada por la Fundación para la Protección del Bosque de Tlalpan sobre la existencia de una red de corrupción en la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), que encabeza Tanya Müller, dejó el cargo de director general de la Comisión de Recursos Naturales (Corena) del Gobierno de la Ciudad de México, José Manuel Ávila Cetina.

La organización citada denunció que Müller tiene toda la intención de debilitar la categoría del bosque a esta área y quitarle la de Área Natural Protegida para convertirlo en Parque de Diversiones.

En el lugar de Ávila Cetina fue nombrado Luis Fueyo Mac Donald, quien, anteriormente, fue titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) del Gobierno Federal.

“Esperamos no sólo que pare la tala y reforeste lo que tumbó Ávila Cetina, sino que nos acompañe y promueva en la Unesco la petición para que el Bosque de Tlalpan sea nombrado Reserva de la Biosfera, única en la Ciudad de México”, expresó el presidente de la Fundación, Rafael Sánchez-Navarro Caraza.

Sin embargo, dijo, en conferencia de prensa, que aún no han obtenido la información que demuestre fielmente qué se hizo el estudio con un valor de 8 millones de pesos para derribar los árboles, lo cual quiere decir que el interés por seguir perjudicando al Bosque de Tlalpan para el beneficio de unos cuantos “sigue latente y esa red de corrupción dentro de la Sedema continúa intacta y sólo movieron a una pieza que ya estaba tocada”.

El 4 de febrero Sánchez-Navarro acusó a Müller García de ejecutar la tala indiscriminada de 300 árboles en la reserva forestal de Tlalpan y autorizar el corte de mil árboles más que está en proceso, pese a que biólogos, como Ricardo Calderón, afirman es un grave daño al medio ambiente lo que hacen porque están tirando árboles sanos.

Los 8 millones de pesos transferidos por el Gobierno Federal a través de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) a la Sedema para la mencionada investigación, fueron pagados a la Universidad Chapingo, dato tampoco acreditado debidamente por la Corena ni su instancia superior, la Sedema.

El mismo 4 de febrero los integrantes de la Fundación solicitaron se transparentara la participación del entonces director general de la Corena, Ávila Cetina en la consultoría “Yelizyotl. Estudios de Impacto Ambiental y Proyectos de Desarrollo Sustentable”.

Sin embargo, esta firma no aparece en el padrón de proveedores del gobierno capitalino y en la que el mismo ex funcionario funge como director general y representante legal, lo mismo que Lizbeth García y Abraham Velázquez, ambos realizando labores dentro del Bosque de Tlalpan con cargo a la Sedema, y consultores también en la empresa del funcionario cesado.

El 8 de febrero los protectores del Bosque de Tlalpan mostraron en un boletín el evidente conflicto de interés alrededor de la tala de mil árboles, por lo que a finales de mes en la Sedema solicitaron a Ávila Cetina que renunciara al cargo, porque ya estaba muy visto en los medios de comunicación.

Pero, según él mismo dio a entender en una reunión con los integrantes de la Fundación, a quienes reclamó su acción mediática que le perjudicó, al momento que para aminorar el impacto les entregó algunos documentos que habían solicitado muchos meses atrás y ahora son públicos.

Sánchez-Navarro Caraza expresó que se mantendrán atentos y alerta para proteger el pulmón de oxígeno de la ciudad, de cualquier tipo de ataque a su vocación natural.

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