En lo que pretendió ser una comparecencia del director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Ramón Aguirre, en la Aldf, más bien resultó un escenario en que el funcionario local aprovechó para quejarse, proponer, exigir e inclusive advertir.

Dijo que ya no alcanza el dinero para abastecer de agua a los habitantes de la gran capital de la república; que estamos próximos a sufrir las consecuencias por la falta de este vital líquido; por lo cual “si queremos caminar hacia la sustentabilidad ya implica un esfuerzo de inversión mucho mayor”.

O sea, más claro que el agua que consumimos en la ciudad de México, Aguirre, sentenció: “No podemos regalar lo que no tenemos y el agua la estamos en buena parte regalando”.

Dijo: “Necesitamos ser muy estrictos en el tema de que la gente no desperdicie el agua, necesitamos que todo mundo tenga medidores, necesitamos empezar a sancionar los desperdicios, el consumo excesivo”.

Remató: “Empezar a implementar tarifas que fomenten que la gente cuide el agua, porque cada mal uso de agua que damos es agua que se va por la coladera, que no vamos a poder recuperar.

Es agua que se pierde, que se la estamos sacando de más al acuífero y que finalmente es agua que les estamos quitando a las siguientes generaciones”, subrayó.

Respecto a los acuíferos, precisó que se encuentran sobre explotados y alertó que esto equivale a 794 mil metros cúbicos lo que equivaldría a 1.7 veces la presa Valle de Bravo llena o 382 veces el Estadio Azteca.

Asimismo, explicó que en la Ciudad de México, la red de drenaje está dañada desde los sismos de 1985 afectando a millones de capitalinos, lo que deriva en una pérdida de agua del 41.4 por ciento.

Insistió que se necesita crear conciencia sobre el uso y aprovechamiento del agua en los capitalinos, empezando con una gran campaña de concientización que fomentaría el cuidado del agua entre los habitantes.

Como preámbulo, de la comparecencia, Raúl Flores, del PRD, dijo que todos los capitalinos tenemos una responsabilidad con el medio ambiente y, sin duda, con las generaciones futuras, por lo que expuso que esta Asamblea Legislativa fue que pidió la presencia de Aguirre, con la idea de tener una visión directa de ¿qué está pasando con el agua de la ciudad?

Ana María Rodríguez Ruiz, de Morena, solicito al funcionario local resolver el desabasto del vital líquido y cambiar el modelo extractivista de agua en la capital, por otro más sustentable.

Inclusive, manifestó su preocupación ante el creciente desarrollo de centros comerciales e inmobiliarios –principalmente de viviendas- en la ciudad. La carpeta asfáltica amenaza con recubrir el suelo de los capitalinos, lo cual provoca que disminuyan, cada vez más, las áreas verdes, y con ello, la posibilidad de filtración de agua de lluvias, sentenció.

Lamentó ante Aguirre que su partido solicitó recursos adicionales por 2 mil millones de pesos para Sacmex, petición que negaron los diputados del PRD y PAN en la Aldf.

Rodríguez Ruiz señaló que Sacmex tiene la obligación de garantizar a todos y cada uno de los habitantes de la demarcación, el derecho al agua que tiene todo ser humano.

“En Morena –puntualizó- sabemos de la necesidad de recursos para dar solución a la carencia de agua, por ello, solicitamos en diciembre de 2016, 2 mil millones de pesos adicionales para el Sistema de Aguas, petición no autorizada por las comisiones de Hacienda y Presupuesto que presiden diputados del PRD y Acción Nacional, respectivamente”, remarcó.

También, expuso que la Delegación Iztapalapa es la que más problemas presenta en relación al agua, además de que existe un enorme desabasto del líquido potable y, por el otro, colonias enteras se inundan en época de lluvias.

La diputada también propuso realizar una mesa de trabajo entre legisladores, Sistema de Aguas y académicos de la UAM-Iztapalapa a fin de buscar soluciones, entre ellas, la captación pluvial, que puede ser una solución efectiva para obtener el agua potable tan necesaria en la delegación Iztapalapa y en ciudad, todo ello mediante el tratamiento adecuado, sustentable y amigable con el medio ambiente.

Mientras tanto, los vecinos de varias demarcaciones se preguntan ¿dónde está el capital que “donan” las empresas inmobiliarias o constructoras, que se presume son de 10 a 15 millones de pesos cada una, precisamente, según, para estos programas acuíferos?

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