El fotógrafo James Neihouse, quien lleva más de 34 años realizando documentales del espacio, ofreció en el Museo de las Ciencias Universum, una conferencia, en la que explicó todo lo que hay detrás de una gran imagen.

Aunque personalmente él no ha tenido la fortuna de viajar al espacio, sí se ha vuelto un cercano colaborador del programa espacial de los Estados Unidos, entrenando astronautas para que vuelvan a la Tierra con imágenes sorprendentes.

Sin embargo, grabar y fotografiar en el espacio no es tan sencillo como podría pensarse. “Las partículas cósmicas le pegan a la película o al sensor de la cámara y matan a los pixeles. Los astronautas deben tomar ocasionalmente fotos completamente obscuras para poder localizar y en la Tierra”, explicó Neihouse a las personas reunidas en el museo de la Universidad Nacional Autónoma de México, institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

“Siempre es divertido encontrar la forma de hacer que las cosas pasen”, continuó después de mostrar un montaje que realizó sobre la Asociación Nacional de Carreras de Automóviles de Serie (Nascar).

“Ese día nos las arreglamos para chocar 20 autos”, relató riéndose mientras explicaba que su trabajo no solo se trata de resolver problemas sino de prepararse siempre para lo inesperado.

Su carrera lo ha llevado por todo el mundo, filmando desde animales hasta culturas, erupciones volcánicas y eclipses, de hecho, en agosto se dirigirá a Casper, Wyoming, Estados Unidos, para grabar el eclipse solar.

Actualmente, se encuentra trabajando en algo que no se ha hecho hasta ahora y que está rompiendo los límites de la ciencia y el arte: tomar imágenes de la aurora boreal dentro de la aurora boreal.

El problema es que la aurora boreal sucede a altitudes superiores a las que cualquier vehículo terrestre puede llegar, por ello, realizan pruebas con cámaras colocadas en pequeños cohetes que las llevan hasta el centro del espectáculo.

“No sabemos qué sucederá si ponemos una cámara dentro de la aurora. Hemos tenido dos lanzamientos, el primero no funcionó y el segundo se perdió. Las partículas cósmicas son lo que más nos preocupan”.

Neihouse mostró parte del material que grabaron con la Canon ME20F-SH, cuya sensibilidad o ISO alcanza el rango de 4 millones, lo que permite tomar imágenes de la aurora en tiempo real en lugar de hacer montajes como se ha hecho hasta ahora.

“A raíz de esto descubrieron un nuevo tipo particular de aurora que no había sido clasificado, miles de grados más caliente y miles de kilómetros más rápida, la llamaron Steve”, relató el cinematógrafo.

“No es tan divertido si todo sale a la primera, si uno no está rompiendo cosas es que no está poniendo a prueba los límites (…) Disfruto hacer imágenes que las personas disfrutan. Soy un artista y las películas son un arte”, concluyó.

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