El consumo de haba en México constituye uno de los platillos estacionales. Por lo general, sólo se utiliza durante la Cuaresma, por alguna razón no bien conocida.
El resto de año también puede encontrarse en muy pocos restaurantes, aunque es más común hallarlos en las cocinas económicas.
Su consumo es en caldillos que acompaña a otras viandas indistintas, pero preferentemente productos del mar y sólo en forma ocasional con carnes rojas. También es de uso común en botanas que ofrecen las cantinas clásicas.
Otra forma de degustar las habas es comprarlas en carritos del comercio ambulante que ofrecen semillas. Su presentación es tostadas.
Sin embargo, las habas contienen una gran riqueza saludable para el organismo, que muy poca gente conoce.
Según información del Sistema Agropecuario y Pesquero (Siap), el haba se caracteriza por ser rica en fósforo y colabora para mantener nuestros dientes sanos, así como una piel equilibrada, ya que nos ayuda a mantener el PH natural.
